Si cerramos los ojos y pensamos en la revista Ser Padres nos vemos a nosotras mismas, en la sala de espera del ginecólogo, nerviosas y excitadas, esperando la confirmación de lo que ya habíamos comprobado en casa, que el test de embarazo decía la verdad, que siiiii, que había un bebé en camino. Y no somos las únicas, hablándolo con amigas, hermanas, primas, madres del cole… es un recuerdo bastante generalizado.