Os hemos hablado de Luna, de su sonrisa, de su mirada, de su valentía y de lo divertida que es, de la ilusión con la que ha vivido el proceso de convertirse en la protagonista de nuestro sueño, el Proyecto que lleva su nombre.
Os hemos hablado de Fundación Aladina, a la que conocíamos de antes, pero hacia la que sentimos un flechazo al saber que ponían psicooncólogos a disposición de los padres de los niños con cáncer, y de la que nos enamoramos para siempre al conocer de cerca su labor, tan importante, generosa y desinteresada que nunca dejará de sorprendernos.